9 posibles causas por las que sientes hambre todo el día
Hay personas a las que acompaña una sensación permanente de hambre durante todo el día y que se ven empujadas a saciar, con el consiguiente riesgo de obesidad. Las causas pueden ser varias y no todas ellas de índole psicológico o emocional, como suele pensarse.
Sentir hambre con frecuencia puede deberse a varias razones que posiblemente no habías considerado, por lo que estas o no comiendo, ciertas actividades o ser síntoma de una condición de salud que necesita atención médica
9 razones por la que puedes experimentar hambre con frecuencia
1. Estrés
Cuando los niveles de cortisol, la también conocida hormona del estrés, son altos, puede aumentar tu apetito y los antojos.
2. No estas durmiendo lo suficiente
No dormir lo suficiente puede alterar el equilibrio hormonal natural del cuerpo, lo que puede aumentar la sensación de hambre en algunas personas. Dormir lo suficiente ayuda a regular la grelina, la hormona estimulante del apetito y ayuda a garantizar niveles adecuados de leptina, una hormona que promueve la sensación de saciedad.
Sleep Foundation señala que no dormir lo suficiente puede reducir la cantidad de peso perdido y animar a comer en exceso. Procura dormir entre 7 y 9 horas diariamente.
3. Estas comiendo mucha azúcar y carbohidratos refinados
Consumir muchos alimentos y bebidas con azúcar agregada puede aumentar tu apetito. Los alimentos con alto contenido de azúcar provocan que tu cerebro secrete serotonina y la dopamina, hormonas que te dan una sensación temporal de bienestar y felicidad. Por ello tu cerebro comienza a necesitar más azúcar para obtener esa misma sensación de placer.
Los carbohidratos refinados como el pan, el arroz blanco, así como los refrescos y dulces no promueven una sensación significativa de saciedad y pueden provocar picos rápidos en el azúcar en sangre. Las caídas repentinas de azúcar en la sangre también pueden hacerte sentir hambre.
4. Deshidratación
La falta de agua puede confundirse con hambre. Tus anhelos por una golosina, un pan o una botana pueden ser una señal de deshidratación.
A veces tus antojos pueden estar inclinados hacia la comida con azúcar. Cuando no obtienes suficientes líquidos, puede ser difícil para tu cuerpo metabolizar el glucógeno (glucosa almacenada) para obtener energía, por lo que nuestros cuerpos anhelan el azúcar para proporcionarnos una fuente rápida de energía. Pero lo que realmente necesitas es beber agua, según explica la nutricionista Stehanie Kay.
5. Consumes poca proteína, fibra y grasas saludables
La proteína mantiene la sensación de saciedad. Según investigaciones, la proteína te hace sentir satisfecho y ayuda a reducir antojos de carbohidratos.
El consumo de fibra dietética también puede contribuir a evitar el hambre constante. La fibra ayuda a regular el uso de azúcares por parte del cuerpo, lo que ayuda a controlar el hambre y el azúcar en sangre, explica La Fuente de la Nutrición de Harvard.
La grasas buenas también un efecto positivo sobre la saciedad y ayudan a controlar la liberación de hormonas del apetito.
6. Presentamos un trastorno de hipertiroidismo
En este caso estaríamos ante un trastorno, quizás subclínico, de la glándula tiroides por exceso de secreción, que puede tener como consecuencia un apetito continuo además de nerviosismo, insomnio y pérdida de peso. En todo caso si sospechamos que coincidimos con los síntomas, lo recomendable es acudir a un médico para confirmar el diagnóstico.
7. Somos diabéticos
El hambre constante también puede ser uno de los síntomas de que padecemos diabetes de tipo 2, ya que aunque la insulina captura los azúcares, las células de los tejidos no los aceptan y terminan acumulándose en la sangre en altas concentraciones y por tanto inhibiendo la secreción de leptina. No está de más que nos hagamos un análisis de los niveles de azúcar en sangre y de insulina.
8. Haces mucho ejercicio
El ejercicio de alta intensidad o por largos periodos puede aumentar tu metabolismo y hacerte tener más apetito.
El consumo de alimentos saciantes ricos en fibra, proteínas y grasas saludables puede ayudarte a evitar el hambre, así como también el procurar el suficiente consumo de agua y limitar los alimentos ricos en azúcar, sal, procesados o fritos.
9. Medicamentos
Algunos medicamentos pueden hacer sentir más hambre de lo normal. Entre ellos están algunos medicamentos para la diabetes, antidepresivos, antipsicóticos, anticonvulsivos y corticosteroides.